Francisco recitaba esta oración ya en 1205-1206, durante su
período de discernimiento vocacional, cuando frecuentaba la pequeña iglesia de
San Damián donde se encontraba el Crucifijo bizantino que aún hoy puede verse
en la Basílica de Santa Clara.
¡Oh alto y glorioso Dios!
ilumina las tinieblas de mi corazón.
y dame fe recta,
esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla tu santo y veraz mandamiento.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.
Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.
Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os
quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos";
y él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a
decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras
plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí,
malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a
Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros
os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur,
y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán
primeros, y primeros que serán últimos.»
EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS
En estas fechas cercanas a noviembre, las televisiones hacen
reportajes sobre las diferentes tradiciones que hay en torno a los difuntos.

En realidad, quizás olvidemos los motivos de estos ritos y
símbolos que la tradición ha conservado.
Los cristianos, desde tiempo inmemorial, recuerdan el día 1
de noviembre a todas las personas que durante su vida han sido un ejemplo, un
testimonio para los demás.; personas que incluso han llegado a perder su vida
por ser fieles a su fe, a éstos se les llama mártires.
Personas, algunas de las cuales han sido tan profundamente
humanas y generosas que son para todos un modelo de vida., a éstos se les llama
santos cuyos nombres recordamos cada día del año.Y también personas que sin
hacer nada extraordinario han pasado por la vida haciendo el bien, como lo hizo
también Jesús.
Éstos son Todos los
Santos.
Por eso siguiendo la tradición, el primer día de noviembre
la humanidad entera se alegra y celebra una fiesta, porque ha habido tantas y tantas personas que
han hecho realidad los sueños de Dios de un mundo más justo, más fraterno y más
humano; y al mismo tiempo se pide en oración que siga habiendo entre
nosotros gente de esta categoría.
San Ignacio pensaba que era muy fácil ser santo. De hecho,
no hace falta tener muchos títulos o mucho dinero para hacer bien a los
demás. Incluso decía que la santidad
consistía en…. estar siempre alegres. ¿Te animas a ser santo?
DÍA DE LOS DIFUNTOS
El próximo viernes día 2 de noviembre celebraremos la fiesta
de todos los difuntos. Desde tiempos antiguos la persona humana ha sentido un
respeto hondo y profundo por el misterio de la muerte. Ella ha inspirado muchos
ritos y símbolos que son una reflexión acerca de la vida después de la muerte.
Multitud
de tumbas prehistóricas encontradas poseen un agujero, que casi no se nota, en
su parte superior. Lo hacían así para facilitar la salida del espíritu del
difunto hacia las regiones del cielo.
Las culturas amerindias han enterrado a las personas en
tinajas de barro, colocando al muerto en la posición que tienen los niños en el
seno de su madre antes de nacer. Lo hacían así porque estaban convencidos de
que la muerte es el camino para un nuevo nacimiento.
Las pirámides son tan sólo las tumbas de algunos faraones.
Están en punta apuntando hacia el cielo. Y allí eran enterrados los reyes
egipcios, provistos de todos sus objetos personales: joyas, sillas, platos,
vasos... con la firme creencia de que los iban a utilizar en la nueva vida que
iniciarían en breve. Incluso se les daba un libro titulado “El libro de los
muertos”, que era una especie de guía para que supieran comportarse de forma
adecuada en el más allá. Otras culturas africanas entierran a sus muertos
mirando hacia el este, por donde sale el sol, porque creen que la muerte es
como una noche pasajera tras la que hay un nuevo amanecer; así como el sol
muere y renace cada día, así también ocurrirá con aquella persona.
Nuestros cementerios
cristianos tienen un árbol característico: el ciprés, alargado e indicando
hacia lo alto. El ciprés es un símbolo muy familiar por todo el Mediterráneo
que indica el camino que van a seguir quienes son enterrados.
Desde siempre el ser humano ha pensado que la muerte no
puede ser el final, que deben existir nuevos horizontes para la persona. Por
eso, el día de los difuntos es un día de esperanza: Jesús de Nazaret ha vencido
a la muerte y todos nuestros seres queridos que ya han muerto también lo han
hecho.
No dejemos pasar estos días sin tener un recuerdo y oración
por nuestros difuntos.
LA FÁBULA DEL LÁPIZ
El niño miraba a la abuela escribir una carta. En un momento
dado, le preguntó:
-“Abuela, ¿estás escribiendo una historia que nos sucedió a
nosotros? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?”
La abuela dejó de escribir, sonrió y le comentó al nieto:
-“Estoy escribiendo sobre ti, es verdad. Ahora bien, más
importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú
fueras como él, cuando crezcas”.
El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial y
dijo
-“¡Pero si es igual a
todos los lápices que he visto en mi vida!”
-“Todo depende de cómo mires las cosas”. Dijo la abuela.
Hay cinco cualidades en él que, si consigues conservarlas,
te harán siempre una persona en paz con el mundo.
PRIMERA CUALIDAD Puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar
nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esa mano la llamamos Dios y Él
debe conducirte siempre en la dirección de su voluntad.
SEGUNDA CUALIDAD De vez en cuando necesito dejar de escribir
y usar el sacapuntas. Con eso, el lápiz sufre un poco, pero al final está más
afilado. Por tanto, has de saber soportar algunos dolores porque te harán ser una
persona mejor.
TERCERA CUALIDAD El lápiz siempre permite que usemos una goma
para borrar los errores. Debes entender que corregir una cosa que hemos hecho
no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el
camino de la justicia.
CUARTA CUALIDAD Lo que realmente importa en el lápiz no es
la madera ni su forma exterior, sino el grafito que lleva dentro. Por tanto,
cuida siempre lo que ocurre dentro de ti.
Por último, la QUINTA CUALIDAD del lápiz: Siempre deja una
marca. Del mismo modo, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará huellas,
así que, procura ser consciente de todas tus acciones.
Padre Nuestro…