El Jardín de San Francisco

El Jardín de San Francisco

martes, 28 de enero de 2025


ORACIÓN 29 DE ENERO

Te adoramos. Oh, Cristo, en todas tus iglesias que hay en el mundo entero y te bendecimos pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

Cada año, desde 1964, el día 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No violencia y la Paz (DENIP) en conmemoración del día en el que murió Gandhi. Un hombre que, con su lucha pacífica y sus acciones de no-violencia, consiguió que la independencia de la India, su país natal, se hiciera realidad. También se conmemora la muerte de otro pacifista, Martin Luther King, que también fue asesinado al igual que Gandhi y del que aprendió que la resistencia pacífica era el arma más potente en manos de los oprimidos que luchaban por su libertad.

El mensaje del DENIP es bien sencillo: El amor universal es mejor que el egoísmo. La no-violencia es mejor que la violencia. La paz es mejor que la guerra.

 Como centro cristiano mañana nos uniremos a los principios inspiradores del DENIP. Nuestra fe en el Dios de la Paz, de la Misericordia y del Perdón, nos convoca cada día a ser constructores de la Paz, de esa Paz que sólo Dios sabe dar. Por ello, vamos a preparar nuestros corazones escuchando y reflexionando  sobre los siguientes testimonios de personajes que han trabajado por la Paz:

 Jesús de Nazaret: “Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra” (Mt 5,4) “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9). “Habéis oído que se dijo Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no os resistáis al mal y si alguno os abofetea en la mejilla, dale también la otra (Mt 5,38-40). “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen y orad por los que os persiguen” (Mt 5,44)

 Teresa de Calcuta: “Lo que importa es la persona… Creo en el acercamiento de la persona a la persona. El amor es un fruto que se da en cualquier estación. La enfermedad más grande no es la lepra, sino el sentimiento de no ser aceptado… El azote más duro es el del olvido del prójimo, sobre todo, si consideramos que el prójimo es Dios”.

 Martin Luther King: “Sueño que llegará el día en que los hombres se elevarán por encima de sí mismos y comprenderán que están hechos para vivir juntos, en hermandad”. Todavía sueño en aquella mañana de navidad, que llegará el día en que todas las personas de color del mundo serán juzgadas por el contenido de su personalidad y no por el color de su piel: que cada hombre respetará el valor y la dignidad de la persona humana”

Gandhi en su oración  

 Señor: Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes

 Y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón. 

Si me das éxito, no me quites la humildad. 

Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,

no me dejes acusar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mí mismo

y a no juzgarme como a los demás.. 

No me dejes caer en el orgullo si triunfo, 

ni en la desesperación si fracaso.

Más bien recuérdame

que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo. 

Enséñame que perdonar es un signo de grandeza

Y que la venganza es una señal de bajeza.

Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso. 

Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme 

y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

¡Señor... si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!

 También nosotros debemos reflexionar sobre nuestro entorno donde vemos cientos de actitudes violentas que debemos denunciar….

 GUERRAS, que representan el empleo de la fuerza en lugar de la razón entre los pueblos y hace que mueran personas inocentes, incluso niños y jóvenes.

 TERRORISMO, que es el empleo del asesinato como argumento en lugar de la palabra. ¿Qué derecho tienen los terroristas sobre la vida de nadie?

 VIOLENCIA DOMÉSTICA, que destruye a las familias.

 VIOLENCIA CALLEJERA, que es una falta de respeto hacia la sociedad.

 ODIO, RENCOR, ENVIDIA, MENTIRA..., que muchas veces se dan entre nosotros mismos, que nos embrutecen y nos hacen infelices.

 RACISMO, que trata a las personas de forma diferente porque sean de distinto color o de distinta clase social olvidando que todos somos iguales ante Dios y ante las personas.

 Por todos estos pensamientos invocamos a Dios con el siguiente PADRE NUESTRO PARA LA PAZ

 PADRE, que miras por igual a todos tus hijos a quienes ves enfrentados.

 NUESTRO, de todos, de los 5000 millones de personas que poblamos la tierra, sea cual sea nuestra edad, color…

 QUE ESTÁS EN EL CIELO y en la tierra, en cada hombre, en los humildes y en los que sufren.

 SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las armas, sino con el susurro del corazón.

 VENGA A NOSOTROS TU REINO, el de la paz, el del amor.

 HAGASE TU VOLUNTAD, siempre, en todas partes. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder

 DANOS EL PAN DE CADA DIA que está amasado con paz, justicia y amor.

 DÁNOSLE HOY porque mañana puede ser tarde; los misiles están apuntando y quizás algún loco quisiera disparar.

 PERDÓNANOS, no como nosotros perdonamos, sino como Tú perdonas, sin lugar al odio y al rencor

 NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que nos diste, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.

 LÍBRANOS DEL MAL que nos amenaza, de las metralletas, de los misiles, de los millones de toneladas de armas, porque somos muchos, Padre, los que queremos VIVIR EN PAZ. AMEN

 Padre Dios, desde nuestra ilusión por vivir, hoy queremos pedirte que nos concedas el don de la paz. Que nos regales actitudes de tolerancia, respeto, y ante todo misericordia y perdón.

Ayúdanos cada día a ser portadores de paz, que nuestra vida sea signo y testimonio de concordia y de saber convivir en el colegio, en nuestra familia y en la sociedad

 Y no podemos terminar la oración de hoy sin recordar la oración de la paz inspirada en nuestro Padre San Francisco…

 SEÑOR, HAZ DE MÍ UN INSTRUMENTO DE TU PAZ 

DONDE HAYA ODIO, PONGA AMOR. 

DONDE HAYA OFENSA, PONGA PERDÓN. 

DONDE HAYA DISCORDIA, PONGA  UNIÓN. 

DONDE HAYA DUDA, PONGA FE. 

DONDE HAYA ERROR, PONGA YO VERDAD. 

DONDE HAYA DESESPERACIÓN, PONGA YO ESPERANZA. 

DONDE HAYA TRISTEZA, PONGA YO ALEGRÍA. 

DONDE HAYA  TINIEBLAS, PONGA YO  LUZ. 

MAESTRO, HAZ QUE YO NO BUSQUE TANTO 

SER CONSOLADO, SINO CONSOLAR;

SER COMPRENDIDO, SINO COMPRENDER;

SER AMADO, SINO AMAR. 

PORQUE ES DANDO, COMO SE RECIBE. 

ES PERDONANDO, COMO SE ES PERDONADO. 

ES MURIENDO, COMO SE RESUCITA A LA VIDA ETERNA. 

 Amén

 

 


viernes, 17 de enero de 2025

 ORACION 22 DE ENERO


Te adoramos. Oh, Cristo, en todas tus iglesias que hay en el mundo entero y te bendecimos pues por tu santa cruz redimiste al mundo. 

Un miércoles más reunimos para rezar juntos. Dicen que rezar cambia las cosas, pero ¿es REALMENTE cierto que cambia algo?

¿Rezar cambia tu situación presente o tus circunstancias? No, no siempre, pero cambia el modo en el que ves esos acontecimientos.

¿Rezar cambia tu futuro económico ? No, no siempre, pero cambia el modo en que buscas atender tus necesidades diarias.

¿Rezar cambia corazones o el cuerpo dolorido? No, no siempre, pero cambia tu energía interior.

¿Rezar cambia tu querer y tus deseos? No, no siempre, pero cambiará tu querer por el querer de Dios.

¿Rezar cambia cómo el mundo? No, no siempre, pero cambiará los ojos con los que ves el mundo.

¿Rezar cambia tus culpas del pasado? No, no siempre, pero cambiará tu esperanza en el futuro.

¿Rezar cambia a la gente a tu alrededor? No, no siempre, pero te cambiará a ti, pues el problema no está siempre en otros.

¿Rezar cambia tu vida de un modo que no puedes explicar? Ah, sí, siempre. Y ésto te cambiará totalmente.

Entonces, ¿rezar REALMENTE cambia ALGO? Sí, REALMENTE cambia TODO. Recemos pues juntos y dirijámonos al Padre, al hijo y al Espíritu Santo

Señor, dame en el día de hoy fe para seguir adelante,
grandeza de espíritu para perdonar,
paciencia para comprender y esperar,
voluntad para no caer.

Señor, te pido fuerza para levantarme si caído estoy.
Ruego me des amor para dar.
Dame lo que necesito y no lo que quiero,
elocuencia para decir lo que debo decir,
Haz que yo sea mejor ejemplo para mis compañeros.
Haz que yo sea mejor amigo de mis amigos.
Haz de mi un instrumento de tu voluntad.

Señor, hazme fuerte para recibir los golpes que me da la vida,
déjame saber qué es lo que tú quieres de mi.
Déjame tu paz para que la comparta con quien no la tenga,
Y por último, anda conmigo y déjame saber que así es.

Señor, tanto si me respondes o no lo haces,
seguiré invocándote,
invocándote sin cesar,
bajo los cielos de mi reiterativa oración.

Tanto si vienes como si no te siento,
confiaré de que te acercas cada vez más a mi

en cuanto perciba un gesto de amor al corazón.


Tanto si hablas como si no,
no me cansaré de implorarte.
Aunque no me des la respuesta que espero,
no dudaré de que, de un modo u otro,
te estarás dirigiéndote a mí.

En la oscuridad más profunda de mi oración
sabré que juego a la escondida con Vos.

Y en medio de la danza de mi vida,
de la enfermedad y de la muerte,
sé que si sigo invocándote,
sin caer en la desconfianza
por tu aparente silencio,
me regalarás la respuesta.


No tienes manos Jesús.
Tienes sólo nuestras manos
para construir un mundo donde reine la justicia.

Jesús, no tienes pies.
Tienes sólo nuestros pies
para poner en marcha la libertad y el amor.

Jesús, no tienes labios.
Tienes sólo nuestros labios
para anunciar al mundo la Buena Noticia de los pobres.

Jesús, no tienes medios.
Tienes sólo nuestra acción
para lograr que todos seamos hermanos.

Jesús, nosotros somos tu Evangelio,
el único Evangelio que la gente puede leer,
si nuestras vidas son obras y palabras eficaces.

Jesús, danos tu amor y tu fuerza
para abrazar y continuar tu causa
para darte a conocer a todos cuantos podamos

Ven Espíritu Santo, y enséñame a esperar.
Porque las cosas que deseo no llegan rápidamente, enséñame a esperar.
Porque no puedo pretender que los demás cambien de un día para el otro, enséñame a esperar.
Porque yo mismo voy cambiando muy lentamente, enséñame a esperar.
Porque la vida tiene sus estaciones y todo llega a su tiempo, enséñame a esperar.
Para que acepte que no estoy en el cielo sino en la tierra, enséñame a esperar.
Para que no le exija a este día lo que no me pueda dar, enséñame a esperar.
Para que reconozca que el mundo no puede estar a mi servicio, enséñame a esperar.


Ven Espíritu Santo, y enséñame a aceptar que muchas cosas se postergan, para que valore lo que la vida me propone ahora, aunque sea pequeño, aunque parezca poco, ven Espíritu Santo, enséñame a esperar.

Espíritu Santo, fuente inagotable de todo lo que existe, hoy quiero darte gracias.

Gracias ante todo por la vida, porque respiro, me muevo, siento cosas,
mi cuerpo funciona, mi corazón late. Hay vida en mí.

Gracias porque a través de mi piel y mis sentidos puedo tomar contacto con los seres que has creado. Porque el aire roza mi piel, siento el calor y el frío, percibo el contacto con las cosas que toco.

Gracias porque mi pequeño mundo está repleto de maravillas que no alcanzo a descubrir.

Gracias porque tu amor me llega cada día.
Me rodeas y me envuelves con tu luz.

Gracias porque estás conmigo en todo lo que me pasa, para que pueda aprender algo de cada cosa que me suceda.

Gracias porque quieres transformar todo mi ser con tu vida divina.

Gracias porque cada día es una novedad, porque siempre hay nuevos signos de tu amor, porque siempre me invitas a algo más y siempre me llamas a volver a empezar.

¡Gracias Espíritu Santo!  Amén.


domingo, 12 de enero de 2025

 

Oración 15 enero 2025

Te adoramos. Oh, Cristo, en todas tus iglesias que hay en el mundo entero y te bendecimos pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

En este año el Papa Francisco ha inaugurado el Jubileo de la esperanza, Una esperanza no solo dirigida a la vida personal de cada creyente, sino que se extiende a la sociedad en su conjunto, a las relaciones interpersonales y a la promoción de la dignidad de cada persona.

"Que nos ayude también a recuperar la confianza necesaria —tanto en la Iglesia como en la sociedad— en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad de toda persona y en el respeto de la creación", pide el Santo Padre en la bula de convocatoria.

En la sociedad nos contagiamos de muchas cosas –algunas de ellas no muy buenas- pero, el Año de la Esperanza, nos invita a contagiar a otros nuestras convicciones cristianas. "Comprometerse a favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la Fe" (Benedicto XVI)

El jubileo de la esperanza nos invita a reflexionar sobre la importancia de mantener viva la fe, incluso en medio de las adversidades, recordándonos que la esperanza es el puente que nos conecta con un futuro mejor y con la certeza de que nuestros metas y anhelos. En este contexto, la fe se convierte en el pilar fundamental que sostiene la esperanza, guiándonos con confianza a través de los desafíos de la vida. Así como el jubileo simboliza un tiempo de renovación y gracia, nuestra fe nos impulsa a más allá de las dificultades presentes, abrazando la promesa de un porvenir lleno de luz y propósito. Este vínculo entre esperanza y fe nos inspira a perseverar con valentía, recordando que cada paso que damos con confianza nos acerca a la plenitud que tanto anhelamos.

 “En un pueblito de zona rural en los años 50, se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes, debido a que subsistían con el fruto del trabajo del campo.

A pesar de que la mayoría de sus habitantes eran creyentes, ante la situación límite, marcharon a ver al sacerdote de la iglesia y le dijeron:

- "Padre, si Dios es tan poderoso, pidámosle que envíe la lluvia necesaria para revertir esta angustiante situación."

- "Está bien, le pediremos al Señor, pero deberá haber una condición indispensable."

- "¡Díganos cuál es!", respondieron todos.

- "Hay que pedírselo con fe, con mucha fe", contestó el sacerdote.

- "¡Así lo haremos, y también vendremos a los cultos de la iglesia todos los días!"

Los campesinos comenzaron a ir al templo todos los días, pero las semanas transcurrían y la esperada lluvia no se hacía presente. Un día, fueron todos a enfrentar al padre y reclamarle: - "Padre, usted nos dijo que si le pediamos con fe a Dios que enviara las lluvias, Él iba a acceder a nuestras peticiones. Pero ya van varias semanas y no obtenemos respuesta alguna."

- "¿Han ustedes pedido con fe verdadera?", les preguntó el sacerdote.

- "¡Sí, por supuesto!", respondieron al unísono.

- "Entonces, si dicen haber pedido con Fe Verdadera... ¿por qué durante todos estos días ni uno solo de ustedes ha traído el paraguas?"

Pongamos nuestra fe en obra.

Para algunos, la FE, es un misterio, para otros es una ilusión; aún hay otros que piensan que es locura y otros tantos la consideran… fanatismo. Para el que cree… Es poder de Dios. Aún entre los creyentes, muchos no la entienden, razón por la cual no saben cómo ejercitarla, resultando en el descuido de la fuente que la origina, entonces viene el desánimo, la indiferencia, la duda y la incredulidad.

Tener fe es ACEPTAR los designios de Dios aunque no los entendamos, aunque no nos gusten. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.

Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud al que recibe y al que da.

Tener fe es CREER cuando resulta más fácil recurrir a la duda. Si la llama de la confianza en algo mejor se extingue en nosotros, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. La creencia en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros.

Tener fe es GUIAR nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.

Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.

Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.

Tener fe es VER positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.

Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes. Cierto que siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquél en quien confías dos veces.

Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar.

Tener fe es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuando tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.

Tener fe es CONDUCIRSE por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.

Tener fe es Creer en lo que no se puede ver. Es guardar la calma cuando todo es turbulento.

*La fe no es pasiva, ¡es poner las creencias en práctica! Tener fe es pedir lo que se necesita.

*La fe es oír lo imperceptible, creer lo increíble y recibir lo imposible.

*La fe va en contra de las expectativas y condiciones naturales. Tener fe es crear un vacío en el corazón para que lo llene Dios.

*Tener fe no es simplemente que Dios pueda hacer algo, sino que lo hará.

*Con fe la respuesta no sorprende, ya se sabía que sucedería.

*Tener fe es permanecer en tu puesto cuando todos los demás desertan. Es quemar las naves para no volver atrás. Es estar dispuesto a pagar cualquier precio. Es hacer lo que Dios pide hoy y creer que Él hará mañana lo que ha prometido.

*La fe es lo contrario del temor. Tener fe es elegir a Dios a pesar de las demás posibilidades. Es confiar en la palabra de Dios no en lo que te dicen tus sentidos. Es estar dispuesto a morir confiando. ¡Ésa es la clase de fe con la que se puede obrar curaciones y milagros!

La fe es como un músculo que se vuelve fuerte y flexible al ejercitarlo. La fe se edifica con el estudio fiel de la palabra de Dios.

Terminamos la oración de hoy pidiendo al Señor que en nuestras  vidas haya suficiente fe para afrontar las situaciones difíciles, junto con la necesaria humildad para aceptar lo que no se pueda cambiar.ad para aceptar lo que no se pueda cambiar.