El Jardín de San Francisco

El Jardín de San Francisco

miércoles, 12 de diciembre de 2018

MC900436279[1]Salmo
Sal 102,1-2.3-4.8.10

R/. Bendice, alma mía, al Señor

V/. Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.

V/. Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura. R/.

V/. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R/.

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):

EN aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor
EL VERDADERO AMOR                                                                     
Cuando alguien te quiere de verdad es lento para perder la paciencia contigo.
Toma las circunstancias de tu vida y las usa de una forma constructiva para tu crecimiento.

Está de parte tuya; quiere verte madurar y desarrollarte en el amor. 
Le duele profundamente cuando pierdes el camino, pero te orienta a seguir la senda correcta.
Sigue confiando en ti cuando a veces tú ni siquiera confías en ti mismo.

Trabaja pacientemente contigo porque te ama y corrige de tal manera que cuesta entender la profundidad del cuidado que tiene por ti.

Nunca te abandona, aunque muchos de tus amigos lo hagan.
Se queda a tu lado cuando llegas al fondo de la desesperación y no te juzga, sino que te ve con total justicia, hermosura y amor.
COMPARTIR NO SÓLO EN NAVIDAD
Durante estos días nos llegarán postales y felicitaciones deseándonos paz y felicidad. Y estos deseos son muy buenos si se hacen realidad.
Cuenta en sus escritos La Madre Teresa de Calcuta esta anécdota que nos recuerda a todos que compartir no es algo que sólo debemos hacer en Navidad. 
“Una noche, un hombre vino a nuestra casa para decirme que una familia hindú con ocho hijos llevaba varios días sin probar bocado. No tenían nada que comer. 
Tomé una porción suficiente de arroz y me fui a su casa. Pude ver sus caras de hambre, a los niños con los ojos desencajados. Difícilmente hubiera podido imaginar visión más impresionante. La madre tomó el arroz de mis manos, lo dividió en dos mitades y se fue. Cuando en unos instantes después estuvo de regreso, le pregunté:
¿A dónde ha ido? ¿Qué ha hecho?
Y me contestó:
- También ellos tienen hambre. “Ellos” eran la familia de al lado: una familia musulmana con el mismo número de hijos que alimentar y que también carecían por completo de comida.
Aquella madre estaba al tanto de la situación. Tuvo el coraje y el amor de compartir su escasa porción de arroz con otros. A pesar de las condiciones en que se encontraba, creo que se sintió muy feliz de compartir con los vecinos algo de lo que yo le había llevado. 
Para no privarla de su felicidad, aquella noche no le llevé más arroz. Lo hice al día siguiente”.
¿Nosotros cómo vamos hacer realidad el mensaje de Jesús en estas Navidades?
·      Guía para soñar en tiempos difíciles
·      Ama todo lo que hagas. Haz todas las cosas con amor.
·      Escucha a tu corazón.
·      Ignora a los que digan que soñar es de ilusos.
·      Confía en tu intuición y en ti.
·      Equivócate. Es necesario para crecer.
·      Sigue tu pasión.
·      Conoce tus habilidades.
·      Cree en tus sueños y los crearás.
·      Contribuye con tus sueños a un mundo mejor.
·      Crea tu realidad.
·      Juega sin parar.
·      Arriesga para ganar.
¿Cuál vas a poner en práctica hoy?

PADRE NUESTRO…